Sé que ahora en verano no apetece demasiado encender el horno… pero yo no puedo resistirme a seguir experimentando con recetas. En esta ocasión se trata de unas galletas rusas llamadas Rogaliki. En realidad son unas galletas esponjosas o panecillos rellenas de confitura de frutas (cereza, frambuesa o fresa).
Me han encantado. La masa tiene el toque justo de dulce y el equilibrio justo de crujiente/esponjoso que hace que los Rogaliki estén a medio camino entre una galleta y un bollito. El relleno de frutos rojos o cerezas hace una buenísima combinación pues aporta dulzor extra y un leve toque ácido.
En los ingredientes he indicado que el relleno consiste en mermelada o confitura de fresas, cerezas o frambuesa. Sin embargo, es preferible la confitura, que suele ser un poco más densa y dura que la mermelada, y será más fácil darle forma a los Rogaliki sin que se salga el relleno por los laterales.
En resumen: la mermelada se prepara con trozos de fruta y una proporción de azúcar del 50% aproximadamente, mientras que la confitura se prepara con puré de fruta y una proporción de azúcar algo más alta que en la mermelada, resultando una crema muy espesa de consistencia gelatinosa. En el blog he publicado una receta de mermelada de naranja y una receta de mermelada de zanahoria, aunque técnicamente la mermelada de zanahoria sería en realidad una confitura…
La receta que he tomado de referencia es de la web Tastemade. La podéis ver aquí.
Me han encantado. La masa tiene el toque justo de dulce y el equilibrio justo de crujiente/esponjoso que hace que los Rogaliki estén a medio camino entre una galleta y un bollito. El relleno de frutos rojos o cerezas hace una buenísima combinación pues aporta dulzor extra y un leve toque ácido.
En los ingredientes he indicado que el relleno consiste en mermelada o confitura de fresas, cerezas o frambuesa. Sin embargo, es preferible la confitura, que suele ser un poco más densa y dura que la mermelada, y será más fácil darle forma a los Rogaliki sin que se salga el relleno por los laterales.
En resumen: la mermelada se prepara con trozos de fruta y una proporción de azúcar del 50% aproximadamente, mientras que la confitura se prepara con puré de fruta y una proporción de azúcar algo más alta que en la mermelada, resultando una crema muy espesa de consistencia gelatinosa. En el blog he publicado una receta de mermelada de naranja y una receta de mermelada de zanahoria, aunque técnicamente la mermelada de zanahoria sería en realidad una confitura…
La receta que he tomado de referencia es de la web Tastemade. La podéis ver aquí.
Rogaliki
Prep: 20-30 min
Horno: 10-15 min
16 unidades
Dificultad: Media
Ingredientes:
- ¼ taza de leche tibia (60 ml)
- 15 gr levadura fresca (o 9 gr levadura seca de panadero)
- 1 cucharada de azúcar
- 1 huevo L
- 70 gr mantequilla derretida
- 1 cucharada de crema agria
- 2+1/2 tazas de (harina 240-300 gr)
- ¼ taza de mermelada espesa o confitura (de fresa, cereza o frambuesa)
- ½ taza de azúcar glas (para espolvorear)
Elaboración:
Calentar la leche y disolver en ella la levadura.
En un recipiente grande batir el huevo. Añadir poco a poco los siguientes ingredientes sin dejar de remover con unas varillas: la leche con levadura, el azúcar, la mantequilla derretida, la crema agria y la harina (240 gr). Cuando la masa esté demasiado espesa pasar a la encimera y seguir amasando a mano hasta obtener una masa suave y no pegajosa. (Sólo añadir la ½ taza extra de harina en caso de ser necesario. Cuanto más dura sea la masa menos suave y esponjoso será el resultado)
Amasar durante unos minutos para que la masa gane elasticidad. Dividir la masa en dos pedazos iguales (de unos 250-300 gr). Hacer una pelota con cada pedazo. Extender cada pelota con ayuda de un rodillo hasta obtener un círculo de unos 20-25 cm de diámetro. Cortar cada círculo en 8 porciones.
Colocar en el borde exterior de cada sector circular 1 cucharadita de mermelada o confitura. Con ayuda de las dos manos enrollar la masa sobre la mermelada desde el extremo hacia el centro. (La forma final es muy parecida a la de un cruasán o croissant)
En un recipiente grande batir el huevo. Añadir poco a poco los siguientes ingredientes sin dejar de remover con unas varillas: la leche con levadura, el azúcar, la mantequilla derretida, la crema agria y la harina (240 gr). Cuando la masa esté demasiado espesa pasar a la encimera y seguir amasando a mano hasta obtener una masa suave y no pegajosa. (Sólo añadir la ½ taza extra de harina en caso de ser necesario. Cuanto más dura sea la masa menos suave y esponjoso será el resultado)
Amasar durante unos minutos para que la masa gane elasticidad. Dividir la masa en dos pedazos iguales (de unos 250-300 gr). Hacer una pelota con cada pedazo. Extender cada pelota con ayuda de un rodillo hasta obtener un círculo de unos 20-25 cm de diámetro. Cortar cada círculo en 8 porciones.
Colocar en el borde exterior de cada sector circular 1 cucharadita de mermelada o confitura. Con ayuda de las dos manos enrollar la masa sobre la mermelada desde el extremo hacia el centro. (La forma final es muy parecida a la de un cruasán o croissant)
Dejar reposar los dulces sobre una bandeja de horno (bien engrasada o forrada con papel de hornear). El tiempo de reposo es relativo, pero ahora en verano con 45 minutos es suficiente.
Precalentar el horno a 180ºC. Hornear los dulces 10-15 minutos hasta que estén ligeramente dorados. Colocar sobre una rejilla y dejar enfriar. Espolvorear con azúcar glas. Conservar en una caja de lata o recipiente hermético.
Precalentar el horno a 180ºC. Hornear los dulces 10-15 minutos hasta que estén ligeramente dorados. Colocar sobre una rejilla y dejar enfriar. Espolvorear con azúcar glas. Conservar en una caja de lata o recipiente hermético.
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