Me encanta el otoño. Los colores en el campo y en los parques (verdes, amarillos, ocres, marrones, grises,…), la luz difusa, el olor a tierra mojada después de la lluvia, las comidas calentitas, las castañas, las calabazas y… las batatas.
Sí, otra receta traigo hoy de batatas. Hace un par de semanas preparé Batatas en almíbar, pero este tubérculo tiene tanto potencial que se podría preparar con él cientos y cientos de recetas diferentes.
Yo me he medio inventado la receta, porque he partido de la receta básica de Bizcocho de yogur (que ya publiqué hace unos meses) y he ido modificando algunos ingredientes y proporciones hasta dar con la textura, sabor y densidad idóneos.
El resultado ha sido INCREIBLE.
Sinceramente, al principio pensé que no me estaba saliendo bien, pues llevaba ya horneándose 40 minutos y cuando pinchaba con el palillo, ya no salía “pringado” de masa cruda, pero seguía saliendo húmedo. El molde no era demasiado grande y tampoco era tanta cantidad de masa como para que le llevase tanto tiempo cocerse, así que me resigné pensando que había sido un experimento fallido, le di 5 minutos más de tiempo y lo saqué del horno, esperando que al menos hubiese partes del bizcocho rescatable y comestible.
Sin embargo, después de dejarlo enfriar, al abrirlo descubrí que no estaba en absoluto crudo y la miga no tenía el típico aspecto “compacto” de cuando está cruda, sino que tenía una miga muy jugosa y húmeda pero perfectamente cocinada. Y luego el sabor y la textura son geniales, muy suave, cremosa y con el sabor justo a batata.
Estoy totalmente enamorada de esta receta y espero ilusionada que intentéis prepararla y que me contéis vuestros resultados.
Sí, otra receta traigo hoy de batatas. Hace un par de semanas preparé Batatas en almíbar, pero este tubérculo tiene tanto potencial que se podría preparar con él cientos y cientos de recetas diferentes.
Yo me he medio inventado la receta, porque he partido de la receta básica de Bizcocho de yogur (que ya publiqué hace unos meses) y he ido modificando algunos ingredientes y proporciones hasta dar con la textura, sabor y densidad idóneos.
El resultado ha sido INCREIBLE.
Sinceramente, al principio pensé que no me estaba saliendo bien, pues llevaba ya horneándose 40 minutos y cuando pinchaba con el palillo, ya no salía “pringado” de masa cruda, pero seguía saliendo húmedo. El molde no era demasiado grande y tampoco era tanta cantidad de masa como para que le llevase tanto tiempo cocerse, así que me resigné pensando que había sido un experimento fallido, le di 5 minutos más de tiempo y lo saqué del horno, esperando que al menos hubiese partes del bizcocho rescatable y comestible.
Sin embargo, después de dejarlo enfriar, al abrirlo descubrí que no estaba en absoluto crudo y la miga no tenía el típico aspecto “compacto” de cuando está cruda, sino que tenía una miga muy jugosa y húmeda pero perfectamente cocinada. Y luego el sabor y la textura son geniales, muy suave, cremosa y con el sabor justo a batata.
Estoy totalmente enamorada de esta receta y espero ilusionada que intentéis prepararla y que me contéis vuestros resultados.
Bizcocho de batata
Puré: 15-20 min
Prep: 10 min
Horno: 40-45 min
Raciones: 8-10
Dificultad: Baja
Ingredientes: (Molde 10x20 cm aproximadamente)
Puré batata:
- 350 gr batata
- 1 vaina de vainilla
Bizcocho
- 3 huevos
- 160 gr de azúcar moreno
- 350 gr puré de batata
- 120 ml aceite de oliva suave
- 125 gr yogur (1 yogur natural)
- 1 cucharadita de canela
- ½ cucharadita de sal
- ½ cucharada de levadura
- ½ cucharada de bicarbonato
- 200 gr harina
Elaboración:
Puré de batata:
Pelamos y troceamos las batatas y las ponemos en un cazo. Cubrimos los trozos con agua y ponemos el cazo a fuego medio-alto.
Si queremos podemos añadir una vaina de vainilla cortada a lo largo para aromatizar la batata.
Cocemos hasta que veamos que podemos aplastar los trozos con un tenedor. Retiramos el cazo del fuego y escurrimos bien el agua. Aplastamos los trozos de batata con ayuda de un tenedor y ya tenemos listo nuestro puré de batata.
Si queremos podemos añadir una vaina de vainilla cortada a lo largo para aromatizar la batata.
Cocemos hasta que veamos que podemos aplastar los trozos con un tenedor. Retiramos el cazo del fuego y escurrimos bien el agua. Aplastamos los trozos de batata con ayuda de un tenedor y ya tenemos listo nuestro puré de batata.
Bizcocho
En primer lugar ponemos a precalentar el horno a 190ºC y forramos el molde.
Yo siempre forro los moldes rectangulares con papel de horno ya que así, luego, me resultan más fáciles de desmoldar. Sin embargo, es igualmente válido engrasar y enharinar el molde.
El molde que yo he utilizado es de los rectangulares, pero con estas cantidades se puede utilizar perfectamente un molde de corona de 24 cm de diámetro o un molde redondo de 18 cm de diámetro (aunque no quedará igual de alto que el que veis en las imágenes).
El molde que yo he utilizado es de los rectangulares, pero con estas cantidades se puede utilizar perfectamente un molde de corona de 24 cm de diámetro o un molde redondo de 18 cm de diámetro (aunque no quedará igual de alto que el que veis en las imágenes).
En un recipiente grande batimos bien los huevos junto con el azúcar. Cuando obtengamos una mezcla espumosa añadimos el puré de batata.
Una vez integrado el puré añadimos el aceite y el yogur y removemos bien.
Tamizamos e incorporamos en dos o tres veces los ingredientes secos (canela, sal, levadura, bicarbonato y harina).
Vertemos la masa en el molde. Horneamos durante unos 40-45 minutos a 180ºC en una posición media-baja del horno (yo coloco la rejilla con el molde en la posición más baja del horno, pero mi horno es de 45 cm de alto). Durante los primeros 25 minutos horneamos con calor “abajo” y, luego, cambiamos a calor “abajo-arriba” hasta que termine de cocerse el bizcocho.
Comprobamos que el bizcocho está listo pinchando con un palillo y comprobando que éste sale limpio. (Si vemos que se pone muy dorado por arriba y aún necesita más tiempo de horneado, cubrimos el bizcocho con papel de aluminio para evitar que se queme)
Dejamos enfriar en el molde sobre una rejilla unos 10-15 minutos. Luego desmoldamos el bizcocho y lo dejamos enfriar totalmente sobre una rejilla.
Decoramos espolvoreando con un poco de azúcar glas.
Una vez integrado el puré añadimos el aceite y el yogur y removemos bien.
Tamizamos e incorporamos en dos o tres veces los ingredientes secos (canela, sal, levadura, bicarbonato y harina).
Vertemos la masa en el molde. Horneamos durante unos 40-45 minutos a 180ºC en una posición media-baja del horno (yo coloco la rejilla con el molde en la posición más baja del horno, pero mi horno es de 45 cm de alto). Durante los primeros 25 minutos horneamos con calor “abajo” y, luego, cambiamos a calor “abajo-arriba” hasta que termine de cocerse el bizcocho.
Comprobamos que el bizcocho está listo pinchando con un palillo y comprobando que éste sale limpio. (Si vemos que se pone muy dorado por arriba y aún necesita más tiempo de horneado, cubrimos el bizcocho con papel de aluminio para evitar que se queme)
Dejamos enfriar en el molde sobre una rejilla unos 10-15 minutos. Luego desmoldamos el bizcocho y lo dejamos enfriar totalmente sobre una rejilla.
Decoramos espolvoreando con un poco de azúcar glas.
Notas:
Esta receta de bizcocho no es demasiado dulce, pero mi madre no debe tomar demasiada azúcar, así que de ese modo todos en casa podemos comerlo sin miedo. Si os gustan los bizcochos bastante dulces, sólo tenéis que añadir un poco más de azúcar. Yo creo que con las cantidades que he indicado podría admitir hasta 250 gr de azúcar.
La batata podéis añadirla muy triturada o a medio triturar, dependiendo de si os gusta que aparezcan trocitos de batata en la miga del bizcocho.
Al hornear el bizcocho, siempre es preferible colocar el molde sobre una rejilla en vez de sobre una bandeja, ya que así el bizcocho se hornea de forma más homogénea. (Si lo colocamos sobre una bandeja se calentará mucho más por la base y es más posible que se nos queme por abajo)
La batata podéis añadirla muy triturada o a medio triturar, dependiendo de si os gusta que aparezcan trocitos de batata en la miga del bizcocho.
Al hornear el bizcocho, siempre es preferible colocar el molde sobre una rejilla en vez de sobre una bandeja, ya que así el bizcocho se hornea de forma más homogénea. (Si lo colocamos sobre una bandeja se calentará mucho más por la base y es más posible que se nos queme por abajo)
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