La receta que traigo hoy es de las recetas de mi abuela. Se trata de potaje de castañas. Es un postre dulce, que se puede tomar tanto frio como caliente y está delicioso.
La verdad es que la apariencia no es la más vistosa o atractiva, pero si os gustan las castañas, estoy prácticamente segura de que este dulce os gustará muchísimo.
Habitualmente suele prepararlo mi abuela y luego lo repartimos en botecitos y nos llevamos uno cada familia. No suele durar mucho… casi siempre se acaba ese mismo día o al siguiente tomándolo de postre.
La única dificultad receta que tiene esta receta es que se utilizan castañas pilongas, es decir, castañas que están secas. Este método de secado de castañas permitía, tradicionalmente, conservar las castañas durante todo el año manteniendo sus propiedades nutricionales y su sabor.
Es un proceso que se puede hacer en casa, (mi abuela prepara las castañas pilongas ella misma), pero también se pueden comprar así en el mercado, aunque son algo caras. La dificultad del secado en casa es que hay que tener un espacio reservado para ello y con ciertas condiciones ambientales para evitar que se dañen o pudran. Por eso, si queréis probar la receta, la primera vez recomiendo que compréis directamente castañas pilongas para comprobar que os gusta el postre y ya luego, con más tiempo, experimentáis a secar vuestras propias castañas.
La verdad es que la apariencia no es la más vistosa o atractiva, pero si os gustan las castañas, estoy prácticamente segura de que este dulce os gustará muchísimo.
Habitualmente suele prepararlo mi abuela y luego lo repartimos en botecitos y nos llevamos uno cada familia. No suele durar mucho… casi siempre se acaba ese mismo día o al siguiente tomándolo de postre.
La única dificultad receta que tiene esta receta es que se utilizan castañas pilongas, es decir, castañas que están secas. Este método de secado de castañas permitía, tradicionalmente, conservar las castañas durante todo el año manteniendo sus propiedades nutricionales y su sabor.
Es un proceso que se puede hacer en casa, (mi abuela prepara las castañas pilongas ella misma), pero también se pueden comprar así en el mercado, aunque son algo caras. La dificultad del secado en casa es que hay que tener un espacio reservado para ello y con ciertas condiciones ambientales para evitar que se dañen o pudran. Por eso, si queréis probar la receta, la primera vez recomiendo que compréis directamente castañas pilongas para comprobar que os gusta el postre y ya luego, con más tiempo, experimentáis a secar vuestras propias castañas.
Potaje dulce de castañas
Prep: 20 min
Horno: 20-25 min
Raciones: 3 botes
Dificultad: Baja
Ingredientes:
- ½ kg castañas pilongas
- 1 rebanada pan
- 2-3 cucharadas de aceite
- 1 cucharadita de matalahúva (anís en grano)
- 1 pizca de sal
- 2-4 cucharadas de azúcar
Elaboración:
El día anterior, echar las castañas en agua como si se tratase de garbanzos (sin sal ni ningún otro añadido).
Al día siguiente, revisar las castañas para retirar posibles restos de cáscara.
Echar las castañas junto con el agua en una olla. La cantidad de agua es aproximada, el agua debe cubrir las castañas (y un par de dedos más de agua). Poner a hervir a fuego medio.
Cuando las castañas ya están tiernas, preparar un sofrito de pan:
Freír la rebanada de pan en 2-3 cucharadas de aceite. Se retira el pan y se reserva.
En ese mismo aceite se fríe la matalahúva.
Luego, en un cuenco de majar, se maja el pan, la matalahúva y un poco de sal.
El majado se incorpora a la olla con las castañas, junto con lo que queda del aceite del sofrito.
Añadir el azúcar que interese según el gusto. Después de unos 6-10 minutos, el potaje irá espesando y ya se puede retirar del fuego.
Servir frío o templado. Conservar en un bote de cristal en la nevera.
Al día siguiente, revisar las castañas para retirar posibles restos de cáscara.
Echar las castañas junto con el agua en una olla. La cantidad de agua es aproximada, el agua debe cubrir las castañas (y un par de dedos más de agua). Poner a hervir a fuego medio.
Cuando las castañas ya están tiernas, preparar un sofrito de pan:
Freír la rebanada de pan en 2-3 cucharadas de aceite. Se retira el pan y se reserva.
En ese mismo aceite se fríe la matalahúva.
Luego, en un cuenco de majar, se maja el pan, la matalahúva y un poco de sal.
El majado se incorpora a la olla con las castañas, junto con lo que queda del aceite del sofrito.
Añadir el azúcar que interese según el gusto. Después de unos 6-10 minutos, el potaje irá espesando y ya se puede retirar del fuego.
Servir frío o templado. Conservar en un bote de cristal en la nevera.
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