Buenas tardes a todos. La receta de hoy son unos bizcochitos de naranja o mini bundt cakes.
Para entendernos… los bundt cakes son bizcochos pero con la característica de que se hornean en moldes de aluminio o acero con forma de corona. Los hay con multitud de labrados y decoraciones; en forma de rosa, de espirales, de tronco piramidal, etc. Algunos moldes son autenticas obras de arte y si se rellenan con un buen bizcocho el resultado sólo puede ser espectacular.
Mis bizcochitos no han salido tan “espectaculares” y la culpa la tiene el molde. Aunque parezca una tontería, con un buen molde (sobre todo los de aluminio) se consiguen bizcochos con unos bordes y decoraciones realmente definidos. Puede que en principio esto no resulte tan importante, pero estéticamente se nota muchísimo, sobre todo a la hora de hacer las fotos.
Yo reconozco que sólo tengo un par de moldes buenos (ninguno de bundt cake), y el resto son de esos que cuestan 4-5 €. Para bizcochos sencillos o con algún tipo de decoración o cobertura esos moldes nos sirven perfectamente, pero si queremos hacer un bundt cake y que el bizcocho luzca perfecto por si solo lo mejor es rascarse un poco el bolsillo y conseguir un buen molde. Yo ya me lo he apuntado en mi lista y espero poder hacerme con uno pronto y preparar alguna receta para el blog.
Por otro lado, podréis comprobar que la publicación de hoy está un poco menos “decorada” que en otras ocasiones. La razón es que mi hermano se ha ido de viaje a Londres y, como se iba a llevar la cámara de fotos, he tenido que preparar deprisa y corriendo la receta de la semana… Como es evidente no se le puede decir al horno que vaya más deprisa, así que ha sido la sesión de fotos la que se ha visto afectada y reducida a un tiempo mínimo. Por lo tanto hoy sólo podréis disfrutar de una fotito.
Por último, comentar la receta. Me he inspirado en la receta de mini bundt cakes de limón de Lecuiners (podéis verla aquí), pero yo he sustituido el limón por zumo de naranja y he reducido los ingredientes. Me suelen gustar los postres con limón, pero mi tía es la que nos suministra estos frutos y ahora sus limoneros están un poco pobres de limones, así que ni corta ni perezosa me he permitido el lujo de intercambiar el tipo de cítricos.
El resultado ha sido bastante bueno. Tienen olor y sabor a naranja en su justa medida, la miga es esponjosa pero no demasiado blanda (lo cual es bueno para que conserven bien la forma de corona) y no resulta un bizcocho seco, aunque tampoco es un bizcocho húmedo.
Podéis ver en la imagen que yo he acompañado los bizcochitos con una generosa cucharada de yogur batido natural. Los sabores combinan perfectamente, se sigue apreciando el toque de naranja pero al mismo tiempo se le aporta un toque extra de humedad.
Espero que os guste.
Para entendernos… los bundt cakes son bizcochos pero con la característica de que se hornean en moldes de aluminio o acero con forma de corona. Los hay con multitud de labrados y decoraciones; en forma de rosa, de espirales, de tronco piramidal, etc. Algunos moldes son autenticas obras de arte y si se rellenan con un buen bizcocho el resultado sólo puede ser espectacular.
Mis bizcochitos no han salido tan “espectaculares” y la culpa la tiene el molde. Aunque parezca una tontería, con un buen molde (sobre todo los de aluminio) se consiguen bizcochos con unos bordes y decoraciones realmente definidos. Puede que en principio esto no resulte tan importante, pero estéticamente se nota muchísimo, sobre todo a la hora de hacer las fotos.
Yo reconozco que sólo tengo un par de moldes buenos (ninguno de bundt cake), y el resto son de esos que cuestan 4-5 €. Para bizcochos sencillos o con algún tipo de decoración o cobertura esos moldes nos sirven perfectamente, pero si queremos hacer un bundt cake y que el bizcocho luzca perfecto por si solo lo mejor es rascarse un poco el bolsillo y conseguir un buen molde. Yo ya me lo he apuntado en mi lista y espero poder hacerme con uno pronto y preparar alguna receta para el blog.
Por otro lado, podréis comprobar que la publicación de hoy está un poco menos “decorada” que en otras ocasiones. La razón es que mi hermano se ha ido de viaje a Londres y, como se iba a llevar la cámara de fotos, he tenido que preparar deprisa y corriendo la receta de la semana… Como es evidente no se le puede decir al horno que vaya más deprisa, así que ha sido la sesión de fotos la que se ha visto afectada y reducida a un tiempo mínimo. Por lo tanto hoy sólo podréis disfrutar de una fotito.
Por último, comentar la receta. Me he inspirado en la receta de mini bundt cakes de limón de Lecuiners (podéis verla aquí), pero yo he sustituido el limón por zumo de naranja y he reducido los ingredientes. Me suelen gustar los postres con limón, pero mi tía es la que nos suministra estos frutos y ahora sus limoneros están un poco pobres de limones, así que ni corta ni perezosa me he permitido el lujo de intercambiar el tipo de cítricos.
El resultado ha sido bastante bueno. Tienen olor y sabor a naranja en su justa medida, la miga es esponjosa pero no demasiado blanda (lo cual es bueno para que conserven bien la forma de corona) y no resulta un bizcocho seco, aunque tampoco es un bizcocho húmedo.
Podéis ver en la imagen que yo he acompañado los bizcochitos con una generosa cucharada de yogur batido natural. Los sabores combinan perfectamente, se sigue apreciando el toque de naranja pero al mismo tiempo se le aporta un toque extra de humedad.
Espero que os guste.
Mini Bundt Cakes de Naranja
Prep: 10 min
Horno: 20 min
18 unidades
Dificultad: Baja
Ingredientes:
- 2 huevos
- 110 gr mantequilla (a temperatura ambiente)
- 200 gr azúcar
- 225 gr harina
- 1 cucharadita de levadura química
- 1 pizca de sal
- 120 ml de leche entera
- 80 ml zumo de naranja (una naranja mediana de zumo aproximadamente)
- Ralladura de una naranja
Elaboración:
En primer lugar ponemos a precalentar el horno a 180ºC. Engrasamos y enharinamos ligeramente nuestros moldes.
En un recipiente grande batimos la mantequilla con el azúcar hasta obtener una mezcla cremosa. Sin dejar de batir añadimos, de uno en uno, los huevos.
Ahora preparamos los ingredientes secos. Mezclamos y tamizamos la harina, la levadura y la sal.
A continuación, sin dejar de batir, se incorporarán a la mezcla inicial los siguientes ingredientes: primero, aproximadamente una tercera parte de los ingredientes secos, después la leche, luego otra tercera parte de ingredientes secos, el zumo de naranja junto con la ralladura de naranja y, por último, la tercera parte que nos queda de ingredientes secos.
En un recipiente grande batimos la mantequilla con el azúcar hasta obtener una mezcla cremosa. Sin dejar de batir añadimos, de uno en uno, los huevos.
Ahora preparamos los ingredientes secos. Mezclamos y tamizamos la harina, la levadura y la sal.
A continuación, sin dejar de batir, se incorporarán a la mezcla inicial los siguientes ingredientes: primero, aproximadamente una tercera parte de los ingredientes secos, después la leche, luego otra tercera parte de ingredientes secos, el zumo de naranja junto con la ralladura de naranja y, por último, la tercera parte que nos queda de ingredientes secos.
Tenemos que tener paciencia y esperar a que todos los ingredientes estén bien integrados antes de añadir el siguiente.
Con ayuda de un par de cucharas pasamos a rellenar los moldes con cuidado de no llenar más de ¾ de su capacidad, ya que luego crecerán bastante en el horno. Una vez rellenos todos los huecos, golpeamos ligeramente el molde sobre la encimera para que la masa llegue a todos los rincones y el dibujo de los moldes nos salga bien definido.
Horneamos a 170ºC durante unos 20 minutos con la opción calor arriba-abajo y con el molde sobre una rejilla en una posición media-baja del horno. Una vez pasados los 20 minutos comprobamos que están listos pinchando con un palillo y comprobando que sale limpio. Si no es así lo dejamos en el horno unos minutos más.
Dejamos enfriar dentro del molde y sobre una rejilla. Pasados unos diez minutos desmoldamos, dando ligeros golpecitos al molde para que los bizcochitos se despeguen del molde (¡Nunca utilizar un cuchillo u otro material que pueda dañar nuestro molde!). Dejamos enfriar totalmente.
Servimos solos, con un poco de azúcar glas espolvoreada por encima, con un poco de yogur líquido o incluso bañándolos ligeramente con un poco de chocolate blanco o negro fundido.
Con ayuda de un par de cucharas pasamos a rellenar los moldes con cuidado de no llenar más de ¾ de su capacidad, ya que luego crecerán bastante en el horno. Una vez rellenos todos los huecos, golpeamos ligeramente el molde sobre la encimera para que la masa llegue a todos los rincones y el dibujo de los moldes nos salga bien definido.
Horneamos a 170ºC durante unos 20 minutos con la opción calor arriba-abajo y con el molde sobre una rejilla en una posición media-baja del horno. Una vez pasados los 20 minutos comprobamos que están listos pinchando con un palillo y comprobando que sale limpio. Si no es así lo dejamos en el horno unos minutos más.
Dejamos enfriar dentro del molde y sobre una rejilla. Pasados unos diez minutos desmoldamos, dando ligeros golpecitos al molde para que los bizcochitos se despeguen del molde (¡Nunca utilizar un cuchillo u otro material que pueda dañar nuestro molde!). Dejamos enfriar totalmente.
Servimos solos, con un poco de azúcar glas espolvoreada por encima, con un poco de yogur líquido o incluso bañándolos ligeramente con un poco de chocolate blanco o negro fundido.
Nota:
Cuando se dice “dar unos golpecitos” debemos tener cuidado de no dañar el molde. Una forma de hacerlo es colocar un paño doblado de cocina sobre la encimera y golpear ligeramente sobre el paño. Se conseguirá el efecto deseado de repartir bien la masa o de despegar los bizcochos del molde y, al mismo tiempo, estamos cuidando nuestra encimera y nuestro molde.
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