Hace poco fue el cumpleaños de mi prima Laura. Creo que de mis familiares… ella es la más golosa y chocolatera de todos. Después de mucho pensar decidí que una tarta Sacher sería ideal para ella.
Sin embargo, dado que los demás que íbamos a acompañarla en la celebración no somos tan golosos me permití hacer algunas pequeñas variaciones de modo que la tarta no resultase tan empalagosa… de ahí el título Sacher a mi manera.
En mi publicación Naked cake de chocolate y crema de queso utilicé un bizcocho de chocolate que me encantó. En mi opinión es EL BIZCOCHO DE CHOCOLATE, y esto se debe a que tiene todo el sabor del chocolate pero no tiene el típico dulzor empalagoso que queda “suprimido” gracias al café.
Por tanto, he conservado las pautas de una tarta Sacher: bizcocho de chocolate, relleno de mermelada de albaricoque, cobertura de crema de chocolate y acompañamiento de nata montada… pero me permití cambiar la base de bizcocho de chocolate básico por mi bizcocho de chocolate favorito.
El resultado ha sido fantástico: muy jugoso, muy chocolateado, nada empalagoso y con un color y un olor magnifico. El chocolate de la cobertura se endurece si se deja la tarta 3-5 horas en la nevera y queda una combinación de texturas muy rica. Yo preparé los bizcochos el día anterior por la tarde e hice el montaje al día siguiente por la mañana. Cuando merendamos la cobertura no estaba dura pero sí “consistente”. Fue al día siguiente cuando nos terminamos las 2 porciones que sobraron cuando noté esa pequeña variación en la textura de la cobertura.
Respecto a las fotos… os habréis fijado que en algunas ocasiones tengo recetas con “fotos de exterior”. Como no soy una gran fotógrafa considero que el patio de mi abuela es un escenario estupendo para estas fotos porque le dan una luz y un color estupendos. Son de esas fotos que, sencillamente, no tengo que retocar, sólo ajustar el tamaño y subirlas al blog. ¡Me encanta! Y es que odio cuando en casa sale un día nublado y tengo que retocar un poco la iluminación de las fotos. Me gustan las fotos reales, con sus defectos y sus encantos, que se note que las recetas están hechas por mis manos y las fotos tomadas por mi cámara normalita 😋
Sin embargo, dado que los demás que íbamos a acompañarla en la celebración no somos tan golosos me permití hacer algunas pequeñas variaciones de modo que la tarta no resultase tan empalagosa… de ahí el título Sacher a mi manera.
En mi publicación Naked cake de chocolate y crema de queso utilicé un bizcocho de chocolate que me encantó. En mi opinión es EL BIZCOCHO DE CHOCOLATE, y esto se debe a que tiene todo el sabor del chocolate pero no tiene el típico dulzor empalagoso que queda “suprimido” gracias al café.
Por tanto, he conservado las pautas de una tarta Sacher: bizcocho de chocolate, relleno de mermelada de albaricoque, cobertura de crema de chocolate y acompañamiento de nata montada… pero me permití cambiar la base de bizcocho de chocolate básico por mi bizcocho de chocolate favorito.
El resultado ha sido fantástico: muy jugoso, muy chocolateado, nada empalagoso y con un color y un olor magnifico. El chocolate de la cobertura se endurece si se deja la tarta 3-5 horas en la nevera y queda una combinación de texturas muy rica. Yo preparé los bizcochos el día anterior por la tarde e hice el montaje al día siguiente por la mañana. Cuando merendamos la cobertura no estaba dura pero sí “consistente”. Fue al día siguiente cuando nos terminamos las 2 porciones que sobraron cuando noté esa pequeña variación en la textura de la cobertura.
Respecto a las fotos… os habréis fijado que en algunas ocasiones tengo recetas con “fotos de exterior”. Como no soy una gran fotógrafa considero que el patio de mi abuela es un escenario estupendo para estas fotos porque le dan una luz y un color estupendos. Son de esas fotos que, sencillamente, no tengo que retocar, sólo ajustar el tamaño y subirlas al blog. ¡Me encanta! Y es que odio cuando en casa sale un día nublado y tengo que retocar un poco la iluminación de las fotos. Me gustan las fotos reales, con sus defectos y sus encantos, que se note que las recetas están hechas por mis manos y las fotos tomadas por mi cámara normalita 😋
Sacher (a mi manera)
Prep: 60 min
Horno: 25-30 min
Raciones: 12
Dificultad: Media
Ingredientes:
Bizcocho:
- 4 huevos L
- 300 g azúcar (1 y ½ taza)
- 1 cucharada vainilla
- 200 g mantequilla (punto pomada)
- 90 g cacao (1 taza)
- 200 ml agua
- 200 ml café recién hecho
- 250 g harina (2 tazas)
- 65 g maicena (7 cucharadas)
- 2 cucharaditas bicarbonato
- ½ cucharadita levadura
- 1 pizca sal
Almíbar:
- 50 ml agua
- 50 ml azúcar
- 1 cucharada mermelada albaricoque
Relleno:
- 400 ml mermelada albaricoque (1 bote grande)
Cobertura:
- 120 ml nata para montar
- 120 g chocolate negro para fundir
- 30 g mantequilla
Elaboración:
Bizcocho:
En un bol grande batir los huevos junto con la vainilla y el azúcar. Añadir la mantequilla en punto pomada y volver a batir.
Disolver el cacao en el café caliente. Añadir el agua fría para templar la mezcla. Incorporar la mitad de esta mezcla de cacao y café en el bol grande. Mezclar con unas varillas.
Aparte, mezclar y tamizar todos los ingredientes secos: harina, maicena, levadura, bicarbonato y sal. Incorporar la mitad de esta mezcla en el bol grande. Mezclar con unas varillas.
Añadir el resto de cacao-café y remover. Incorporar el resto de ingredientes secos y remover.
Engrasar y enharinar 2 moldes de 18-20 cm de diámetro. Espolvorear con cacao en vez de harina para evitar que se forme una corteza blanquecina en los laterales del bizcocho. Repartir la mezcla entre los dos moldes (aproximadamente 3 tazas y media en cada molde).
Hornear a 180ºC durante 25-30 minutos. Los primeros 5-10 minutos con calor sólo abajo. Dejar enfriar 5-10 minutos en el molde. Desmoldar y dejar enfriar sobre una rejilla. Envolver en film transparente de cocina y conservar en el frigorífico hasta el montaje de la tarta.
Disolver el cacao en el café caliente. Añadir el agua fría para templar la mezcla. Incorporar la mitad de esta mezcla de cacao y café en el bol grande. Mezclar con unas varillas.
Aparte, mezclar y tamizar todos los ingredientes secos: harina, maicena, levadura, bicarbonato y sal. Incorporar la mitad de esta mezcla en el bol grande. Mezclar con unas varillas.
Añadir el resto de cacao-café y remover. Incorporar el resto de ingredientes secos y remover.
Engrasar y enharinar 2 moldes de 18-20 cm de diámetro. Espolvorear con cacao en vez de harina para evitar que se forme una corteza blanquecina en los laterales del bizcocho. Repartir la mezcla entre los dos moldes (aproximadamente 3 tazas y media en cada molde).
Hornear a 180ºC durante 25-30 minutos. Los primeros 5-10 minutos con calor sólo abajo. Dejar enfriar 5-10 minutos en el molde. Desmoldar y dejar enfriar sobre una rejilla. Envolver en film transparente de cocina y conservar en el frigorífico hasta el montaje de la tarta.
Montaje:
Nivelar los bizcochos (eliminar la barriga superior si la tiene) y cortar cada bizcocho en 2 rodajas iguales.
Preparar el almíbar: en un cazo poner el azúcar, el agua y la mermelada. Calentar a fuego medio hasta disolver el azúcar. Retirar del fuego.
Colocar la primera capa de bizcocho sobre una base de cartón del mismo tamaño y disponerla sobre una rejilla. Bañar el bizcocho de almíbar con ayuda de un pincel de cocina. Luego extender una capa generosa de mermelada. Bañar con almíbar otra capa de bizcocho (por ambas caras) y disponer sobre el relleno de la primera capa. Extender una nueva capa de mermelada. Repetir el proceso hasta terminar todas las capas de bizcocho.
Extender una fina capa de mermelada por toda la superficie de la tarta.
Preparar la cobertura: calentar en un cazo la nata a fuego medio hasta que rompa a hervir. Retirar del fuego. Añadir el chocolate troceado y remover hasta disolverlo con el calor residual. Añadir la mantequilla a temperatura ambiente y remover hasta disolver. Se obtendrá una crema de chocolate suave y bastante ligera.
Colocar la rejilla con la tarta sobre una bandeja (para recoger la crema de chocolate sobrante). Verter suavemente sobre la tarta la crema de chocolate. La crema se extenderá por si sola por toda la superficie.
Dejar enfriar en la nevera durante al menos 1 hora. Pasar la tarta a un plato. Servir las porciones de tarta acompañadas de nata montada. La tarta se conserva bien en la nevera durante 2-4 días.
Preparar el almíbar: en un cazo poner el azúcar, el agua y la mermelada. Calentar a fuego medio hasta disolver el azúcar. Retirar del fuego.
Colocar la primera capa de bizcocho sobre una base de cartón del mismo tamaño y disponerla sobre una rejilla. Bañar el bizcocho de almíbar con ayuda de un pincel de cocina. Luego extender una capa generosa de mermelada. Bañar con almíbar otra capa de bizcocho (por ambas caras) y disponer sobre el relleno de la primera capa. Extender una nueva capa de mermelada. Repetir el proceso hasta terminar todas las capas de bizcocho.
Extender una fina capa de mermelada por toda la superficie de la tarta.
Preparar la cobertura: calentar en un cazo la nata a fuego medio hasta que rompa a hervir. Retirar del fuego. Añadir el chocolate troceado y remover hasta disolverlo con el calor residual. Añadir la mantequilla a temperatura ambiente y remover hasta disolver. Se obtendrá una crema de chocolate suave y bastante ligera.
Colocar la rejilla con la tarta sobre una bandeja (para recoger la crema de chocolate sobrante). Verter suavemente sobre la tarta la crema de chocolate. La crema se extenderá por si sola por toda la superficie.
Dejar enfriar en la nevera durante al menos 1 hora. Pasar la tarta a un plato. Servir las porciones de tarta acompañadas de nata montada. La tarta se conserva bien en la nevera durante 2-4 días.
Notas:
Para saber cómo obtener mantequilla en punto pomada podéis visitar la sección Ingredientes básicos del blog.
El bizcocho está listo cuando al pinchar con un palillo éste sale limpio.
Para conseguir que el bizcocho salga plano y sin mucha barriguita podéis leer más en el apartado Horneado de la sección Trucos y técnicas del blog.
La crema de chocolate para la cobertura se puede “reutilizar”. Yo quería una tarta muy chocolateada, así que después del primer baño, recogí la crema sobrante de la bandeja y realicé un segundo baño a la tarta con ella.
El bizcocho está listo cuando al pinchar con un palillo éste sale limpio.
Para conseguir que el bizcocho salga plano y sin mucha barriguita podéis leer más en el apartado Horneado de la sección Trucos y técnicas del blog.
La crema de chocolate para la cobertura se puede “reutilizar”. Yo quería una tarta muy chocolateada, así que después del primer baño, recogí la crema sobrante de la bandeja y realicé un segundo baño a la tarta con ella.
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