¿Cómo os va el verano? Yo estoy, por fin, disfrutando de las vacaciones.
Hace apenas unos días, mi suegra me regaló un buen puñado de ciruelas y como algunas estaban un poco ácidas para tomarlas “a secas” se me ocurrió acompañarlas con una base crujiente y dulce que hiciese más fácil para todos en casa comerlas y disfrutarlas.
El nombre original de esta receta es “schneller pflaumenkuchen”, que traducido del alemán significa tarta de ciruelas rápida. Pero en algunos libros en inglés la he encontrado como Plum Crumble Pie. Realmente es una tarta de ciruelas que se elabora muy rápido porque no requiere preparaciones complicadas ni habilidades especiales. Lo único, quizás, que si la cáscara de las ciruelas está muy ácida puede interesar pelarlas y eso llevaría un ratito…
En cualquier caso, el relleno no lleva apenas azúcar añadido y casi todo el dulce está en la masa de la base y cobertura. En muchos sitios recomiendan servirla templada, pero eso implica que si no se ha escurrido bien la fruta antes de añadirla al molde puede tener algo de jugo extra que dificulta el emplatado. Si se deja enfriar completamente, el relleno queda bastante más firme y consistente. Yo no tuve paciencia para desmoldar la tarta y se observa en las fotos ese “sirope” dulzón que se derrama del relleno al plato.
A mi me gustó mucho, aunque debo avisar que un buen resultado va a depender en gran medida del dulzor/acidez natural de las ciruelas. En mi caso, el contraste ácido de la ciruela con el dulce de la base creo que quedó estupendo, pero todo es cuestión de gustos.
Os animo a probar la receta y experimentar con otros rellenos de fruta. Os sorprenderéis 😉
Hace apenas unos días, mi suegra me regaló un buen puñado de ciruelas y como algunas estaban un poco ácidas para tomarlas “a secas” se me ocurrió acompañarlas con una base crujiente y dulce que hiciese más fácil para todos en casa comerlas y disfrutarlas.
El nombre original de esta receta es “schneller pflaumenkuchen”, que traducido del alemán significa tarta de ciruelas rápida. Pero en algunos libros en inglés la he encontrado como Plum Crumble Pie. Realmente es una tarta de ciruelas que se elabora muy rápido porque no requiere preparaciones complicadas ni habilidades especiales. Lo único, quizás, que si la cáscara de las ciruelas está muy ácida puede interesar pelarlas y eso llevaría un ratito…
En cualquier caso, el relleno no lleva apenas azúcar añadido y casi todo el dulce está en la masa de la base y cobertura. En muchos sitios recomiendan servirla templada, pero eso implica que si no se ha escurrido bien la fruta antes de añadirla al molde puede tener algo de jugo extra que dificulta el emplatado. Si se deja enfriar completamente, el relleno queda bastante más firme y consistente. Yo no tuve paciencia para desmoldar la tarta y se observa en las fotos ese “sirope” dulzón que se derrama del relleno al plato.
A mi me gustó mucho, aunque debo avisar que un buen resultado va a depender en gran medida del dulzor/acidez natural de las ciruelas. En mi caso, el contraste ácido de la ciruela con el dulce de la base creo que quedó estupendo, pero todo es cuestión de gustos.
Os animo a probar la receta y experimentar con otros rellenos de fruta. Os sorprenderéis 😉
Pastel de ciruelas
Prep: 30 min
Horno: 30-40 min
Raciones: 8-10 unidades
Dificultad: Media
Ingredientes:
- 500 gr ciruelas
- 250 gr harina
- 125 gr mantequilla
- 100 gr azúcar blanco
- 1 huevo
- 1 sobre de azúcar vainillado
- 4 gr levadura química
- 1-2 cucharadas azúcar moreno
- 1 cucharada de maicena
- 1 pizca de sal
Elaboración:
En un bol poner la harina, levadura química, el azúcar blanco, la vainilla, la pizca de sal y la mantequilla. Mezclar bien con ayuda de unas varillas eléctricas o con las manos hasta obtener una mezcla arenosa.
Batir ligeramente el huevo en un vaso y añadir la mitad a la mezcla. Reservar la otra mitad para el relleno. Mezclar todo de nuevo y reservar. La textura debe ser similar a tierra ligeramente húmeda y aterronada.
Aparte, lavar las ciruelas y trocearlas en un bol. Si la cáscara es fuerte o ácida, pelar la fruta antes de trocearla. Añadir la otra mitad del huevo batido, la maicena y el azúcar moreno. Remover bien. Reservar.
Forrar con papel de horno la base de un molde desmontable de unos 18 cm de diámetro. Extender 2/3 de la masa por la base del molde. Aplastar la masa ligeramente y subir un poco de ésta por los bordes. Añadir el relleno de ciruelas. Espolvorear con el 1/3 restante de masa.
Hornear con calor abajo-arriba a 175ªC durante unos 30-35 minutos o hasta que la cubierta esté dorada. Disponer el molde a una altura media del horno y vigilar que no se queme a partir de los 20-25 minutos.
Batir ligeramente el huevo en un vaso y añadir la mitad a la mezcla. Reservar la otra mitad para el relleno. Mezclar todo de nuevo y reservar. La textura debe ser similar a tierra ligeramente húmeda y aterronada.
Aparte, lavar las ciruelas y trocearlas en un bol. Si la cáscara es fuerte o ácida, pelar la fruta antes de trocearla. Añadir la otra mitad del huevo batido, la maicena y el azúcar moreno. Remover bien. Reservar.
Forrar con papel de horno la base de un molde desmontable de unos 18 cm de diámetro. Extender 2/3 de la masa por la base del molde. Aplastar la masa ligeramente y subir un poco de ésta por los bordes. Añadir el relleno de ciruelas. Espolvorear con el 1/3 restante de masa.
Hornear con calor abajo-arriba a 175ªC durante unos 30-35 minutos o hasta que la cubierta esté dorada. Disponer el molde a una altura media del horno y vigilar que no se queme a partir de los 20-25 minutos.
Notas:
Si las ciruelas están muy maduras y al mezclarlas con el azúcar sueltan mucho jugo, se puede escurrir el relleno antes de añadirlo al molde.
Receta adaptada de ichkocheheute
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